domingo, 25 de noviembre de 2012

El comienzo de una vida nueva.

Autora: Luncht
Pareja: Sebas x Ciel (Kuroshitsuji)


 Prologo.

– ¿Este es el último lugar? Sebastián

– Si Bochan, este es el último lugar.

Ciel se recostó en el banco de piedra mientras Sebastián se acercaba para tomar su alma, este paso sus manos por la nívea cara de Ciel y acerco su boca a la del niño y empezó a absorbes asta extraerle el alma, el alma tenía dos colores, el lado puro era de color azul el color negro era la parte contaminada.

Sebastián solo se comió la parte oscura de Ciel la otra la guardo en un pequeño frasco que tenía en su bolsillo, el lugar se lleno de plumas y el demonio de mayordomo desapareció del lugar, a pocos minutos apareció en la puerta de undertaker.

– O Sebas chan ¿Qué te trae por aquí?

– Hola undertaker, vengo para que me agás un favor.

– Ya sabes lo que tienes que hacer si quieres que te haga el favor.

Sebastián se acerco a la oreja del shinigami y susurro algo, el platinado se rio tanto que tiro el cartel de su establecimiento al suelo.

– Ji ji ji buen chiste Sebas chan, bien dime ¿qué quieres que haga por ti?

– Veras quiero que esta alma vuelva a renacer.

Sebastián saco el frasco donde estaba el alma de Ciel, para enseñárselo a undertaker, el platinado se quedo un rato observando el alma que había en el frasco y se quedo pensando un buen rato.

– Y bien, ¿puedes hacerlo o no?

– Si puedo hacerlo, pero…

– ¿Pero qué?

– Tendrás que cuidar a esa criatura desde recién nacida… Sería como si estuvieras cuidado a tu hijo.

– Porque lo tengo que cuidar desde tan pequeño (Sebastián estaba realmente enfadado) Acaso tengo la palabra de niñero, escrita en la frente.

– Veras esa alma si vuelve a renacer no tendrá padres y morirá siendo tan solo un bebe.

– Ya veo (Mierda siempre acabo cuidado niños.)

– ¿Que vas a hacer mayordomo kun?

– Cuidare a esa criatura.

– Bien pues ben dentro de tres días.

– Nos vemos adiós.

Sebastián se fue la misión para preparar todo para el infante que estaba por venir. Pasaron tres días y Sebastián fue a buscar al recién nacido a una dirección que le dio undertaker.



 Capitulo 1.

Ese mayordomo. Reencarnado.




Me encontraba en una sala de color blanca, y una cuna con undertaker mirando hacia ella y haciendo gestos raros, este metió las manos a la cuna y saco a la pequeña criatura.

Porque no me comí el alma entera de Ciel phantomhive, ahora tendré que cuidarlo, yo siendo un demonio y cuidando de un humano sin beneficio. Ese niño que me a echo, yo antes era frio y me comía todo lo que era apetecible, ahora soy padre postizo de ese niño con esos ojos grandes tan profundos como el mar.

– Sebastián ven a por la criatura.

Me acerque a undertaker y cogí al pequeño infante entre mis brazos, pesaba tan poco que parecía que se iba a romper en muy poco tiempo, mire al pequeño bultito que tenía en mis brazos y era exactamente como Ciel pero recién nacido.

– Gracias undertaker ¿Qué te debo?


– Tráeme algún cadáver, quiero divertirme un poco.

– Luego te lo traigo por cierto ¿cómo lo quieres arañazos o normal?

– JIjijiji sorpréndeme Sebas chan.

Salí de aquella habitación tan blanca y me dirigí a la mansión phantomhive, ya en la habitación del pequeño.

La habitación que era de un color azul cielo precioso aun se veía más bella con la iluminación del sol, entrando a través de las cortinas blancas con pequeños detalles en azul, estas a su vez con el movimiento del viento parecían ser las nubes de aquel hermoso espacio, en el centro de la habitación había una cuna con ositos de felpa en la misma tonalidad azul y blanco que envolvía la habitación.

Me acerque a un timbre que llamaba directamente a la cocina, en pocos minutos ya estaba Marianne en la puerta.

– Bochan ¿Necesita algo?

– Si quiero que cuides de mi hijo hasta que regrese.

– Hai… Amm... ¿Cómo se llama el niño?

– Se llama Ciel. Marianne Cuídalo bien, estaré aquí en un par de horas.

Le entregue a Ciel y Salí de la mansión para la ciudad, al llegar a Londres me metí entre la gente y mire sus almas haber cuales eran las más suculentas, a lo lejos pude divisar a cinco chicos bien vestidos y de edad media. Me acerque a ello y les dije que me siguieran a un callejón oscuro.

– Oiga señor ¿falta mucho para que nos des eso tan importante?

– Un poco mas esta a la vuelta de la esquina.

Giremos la esquina que se metía en otro callejón y los metí en un cuartucho que avía abandonado, me introduje a dentro con ellos y los mate con leves contusiones, uno de ellos toco mis partes traseras, me dio tanto asco que lo tire al suelo y le aplaste la cabeza como si le hubiera caído algo encima.

Me acerque al que le había roto la cabeza y le extraje el alma por el pecho, y así les extraje a todas las almas, cogí Una bolsa de las que había entre los escombros y metí los cadáveres, le hice un nudo y me esfume de ese sitio hasta el local de undertaker.

–O Sebas chan ¿qué te trae por aquí tan pronto?

– Ten que te diviertas con estos cuerpos inertes.

Deje la bolsa en el suelo y me fui a la mansión a cuidar a Ciel, al llegar me encontré a Marianne sentada en la mecedora con Ciel en brazos, en cierto modo era enternecedor pero esa escena me dio rabia.

– Marianne ya me puedes dar a Ciel.

La sirvienta peli roja se levanto de la mecedora y me entrego a Ciel.

– Bochan ¿necesita algo más?

– Si súbeme el biberón para dárselo.

Fue buena idea contratar a la hija de Meirin y Brad ¿Quién iba a decir que esos dos terminarían juntos? Ablando de los sirvientes tendré que ir a buscar dos más.

– Buaaa, buaaaa, BUUUUAAAAAAAAAAAA!!!!

No sé, cuánto tiempo estuve metido en mis pensamientos pero los sollozos de Ciel me sacaron de ellos.

Me senté en la mecedora que estaba cerca de la cuna y empecé a moverme lentamente de adelante hacia atrás, Ciel se quedo dormido. En ese momento entraba Marianne con el biberón.

– (Susurro) Bochan déselo despacio o se podría atragantar.

– Marianne ya he cuidado de bebes antes. Ya te puedes retirar a dormir ya es tarde.

– Con su permiso.

Marianne se fue, cogí el biberón y se lo puse delicadamente en la boca, poco a poco pude ver que se terminaba el pequeño biberón. Me lo puse en el hombro y le di palmaditas muy suaves en la espalda. Deje a Ciel en la cuna y yo me fui a mi cuarto, me recosté en la cama pero no pude dormir, me levante y fui a la habitación de Ciel.

Ya en ella mire a la cuna y no estaba empecé a buscar por todos lados desesperado. Fui corriendo a llamar a Marianne pero ella tampoco estaba de repente todo se volvió blanco y apareció el Ángel genoicida. ¿Qué está pasando aquí? Si yo mate a ese ángel con mis propias manos y por que tiene a Ciel entre sus brazos.

De repente me desperté, todo había sido una pesadilla, me levante de mi cama y fui al cuarto de Ciel a ver si estaba o no. Al llegar estaba todo tal y como lo había dejado, me acerque a la cuna y hay estaba durmiendo tranquilamente, lo cogí en brazos y me lo lleve a mi cuarto.

¿Porque tengo pesadillas si soy un demonio?

Capitulo 2.


Ese mayordomo. Recuerdos.


----------------------------------------------------Flas back--------------------------------------------

Todo avía terminado, la mansión estaba destruida dos de sus sirvientes desaparecieron solo dejando a fini el jardinero. Sebastian ya se había comido el alma o la parte oscura del alma de Ciel, dejándola totalmente pura.

Cuando dejo el alma con Undertaker, en esos tres días reformo la mansión busco a Tanaka san y a la hija de Meirin y Brad, mando a fini a una escuela pasa la servidumbre donde tenía que a prender a como servir bien. Mientras que tanaca le enseñaba todo lo que sabía a Marianne.
------------------------------------------------Fin del flas back----------------------------------------


Ya había pasado tres meses de la llegada de Ciel a la casa, el pequeño crecía fuerte y sano, incluso más sano que en su vida anterior. Sebastián se había convertido en el nuevo conde Michaelis, el se ocupaba de todo incluso de la limpieza a junto con Marianne.

– Ya estoy arto de hacerlo todo creo que contratare a dos sirvientes mas.

Decía un Sebastian agotado, masajeándose la sien.
Salió de su despacho y se fue a la academia de maestría para recoger a fini y llevarse a dos más, se subió en un carruaje negro con caballos negros, conducido por Tanaka. En media hora o así llegaron al establecimiento y Sebastián entro a saludar a la dueña.

– Mia gusto en verla de nuevo.

–Igualmente conde Michaelis, y dígame ¿Qué le trae por aquí?

– Veras vengo a buscar a fini y a dos sirvientes más.

– Ya veo sígame lo conduciré a donde tengo mis sirvientes.

Nos encaminamos por el pasillo hasta llegar a una enorme sala donde los sirvientes estaban practicando barias cosas diferentes.

– Muchachos pónganse en fila.

Todos dejaron de hacer las prácticas para obedecer las órdenes de la peli roja, cuando todos se pusieron en línea recta los mire con detenimiento, por un largo rato y pude observar que algunos no eran simples sirvientes.

– Escoja a los que se quiera llevar, iré a por fini.

La mujer me dejo solo, y identifique a los diez sirvientes nada más verlos, El primero era
un demonio de bajo rango, el siguiente era un humano, pero tenía pinta de zombie, el tercero era un ángel, el cuarto era un humano normal, era de estatura media color de cabellos marrón y el de los ojos verdes misterioso.

– Tu el numero cuatro te vienes conmigo.

Dije y seguí observando a los demás cuando este se puso detrás de mí, seguí mirando y escogí al número ocho, era de estatura media, cabello negro y ojos de un color azul intenso, cuando ya estaban detrás de mí les pregunte.

– ¿Cómo os llamáis?

Capitulo 3

Ese Mayordomo. Cariñoso.



– Mi nombre es Nao.

– Mi nombre es Esme.

– ¿Esme no es un nombre de chica?

Mire al castaño de nombre Esme y este contesto enseguida.

– En mi aldea el nombre Esme, vale para los dos sexos.

– Bueno como sea, mi nombre es Sebastián Michaelis y a partir de ahora seré vuestro amo.

En ese momento entro Matilde, acompañada de Finí quien correctamente se acerco a mí y me saludo, pensaba que iba a entrar rompiendo la puerta y tirándose encima mío.

– Matilde ¿Cuánto me costara esta vez?

– Dos sacos de oro y que firmes en tres sitios.

Ya cuando termine de hacer todo eso me dirigí al carruaje, mientras los otros tres iban ablando detrás de mí, los mire de reojo y se quedaron mas blancos que la pared y siguieron andado.

Cuando tocaba haber quien conducía se lo deje a finí mientras que los otros dos iban atrás conmigo. El camino fue tranquilo y cuando lleguemos a la mansión, Salí disparado hacia la habitación de Ciel para ver que no le hubiese pasado nada.

Al llegar a su habitación y abrir la puerta me enfurecí con lo que vi, lo que vi era a
Marianee con Ciel en brazos cantándole una nana mientras lo miraba de una forma algo rara. Me acerque a ella y le quite a Ciel de los brazos y dije algo furioso a Marianee.

– ¿Que le ha pasado para que le tengas que cantar una nana?

– El señorito se puso a llorar y cuando lo cogí siguió llorando, pero cuando le acerque la foto
que está encima de la chimenea se calmo y se quedo dormido.

Me gire y mire la fotografía que había en cima de la chimenea y era yo con un gato en mis brazos. Mire a Ciel entre mis brazos y lo acomode más cerca de mi pecho demostrándole el cariño y aprecio que tengo hacia él.

–Marianee Ya te puedes ir.

Cuando esta se marcho, traslade mi cama al cuarto de Mi Ciel y así poder estar siempre a su lado para dormir, Ciel ya había crecido pero como los demonios no somos pacientes, le di un agua del infierno que una gota equivale a un año, yo solo le di una y lo coloque entre las mullidas colchas de mi cama a mi lado para dormir con mi pequeño ángel .

A la mañana siguiente, mire a mi pequeño y el agua del infierno que le di funciono, cie ya estaba un como mas grande, me levante de la cama con él en brazos y fui a cambiarle el pañal, le cambie la ropa y lo volví a dejar en la cama para vestirme yo con un pantalón negro y una camisa blanca con mis zapatos negros, me coloque la corbata y la chaqueta del trajee.

Hoy no tenía mucho que hacer así que podre estar todo el día con Ciel jugando con los peluches, espera un momento ¿Jugar?¿Yo? ¿Con peluches? Que soy un demonio y yo antes no hacia estas cosas.

Cargue a Ciel en mis brazos y me lo lleve al estudio, me senté en la mullida butaca mientras jugaba con las manos de Ciel, se ve tan adorable, si quería ser alguien ejemplar para Ciel tendría que comportarme como un verdadero padre, memorice todas las escenas de padre que avía visto y escogí las mas cariñosas que me parecieron.

Llame a los cuatro sirvientes y a Marianee le pedí mi desayuno, que aunque los demonios no comemos comida humana en nuestra forma original, cuando estamos en la humana tenemos que alimentar aunque a veces me da asco algunas comidas, a Finí el jardín, a Luka le pedí que fuera mi mayordomo y a Esme le pedí que ayudara a limpiar la mansión con Marianee.

– Las reglas son fáciles, la primera: NO ROMPER NADA, la segunda la habitación de Ciel ya

la limpio yo y nadie mas y por ultima no dejen que esta mansión se venga abajo con ustedes dentro. Ya os podéis retirar excepto tu Marianee.

Todos se marcharon y solo quedemos los tres y le dije a Marianee mientras que los demás ya se habían puesto a hacer sus tareas.

– Marianee tu eres la mas responsable de todos, así que vigílalos y yo me ocupare de algunas tareas que no puedas hacer.

– Bochan todo estará bien yo me ocupare de la planta baja y usted se podría ocupar de lo que use en la planta alta así el trabajo no será tan pesado ¿Le reporto por la noche?

– No te preocupes ya iré yo a pedirte los reportes. Ya puedes retirarte.

– Ahora traigo su desayuno ¿quiere que le traiga algo a Ciel?

– Si trae un poco de puré de frutas.

– Con su permiso.

Cuando salió Marianee del estudio aparecieron ciertos shinigamis que lo primero que dijeron fue algo que me enfureció mucho.

– Sebastián Michaelis dame a Ciel phantomhive, ese alma tan pura no tiene que estar con alguien como tú.

– Sebas chan danos a Ciel kun nos pertenece.

Y aparece Undertaker por la puerta riendo como un descosido, se acerca a los otros dos shinigamis y le da un puñetazo a cada uno en la cabeza.

– ¿Por qué hiciste eso?

Dijeron los dos shinigamis, que se estaban sobando el chichón que tenían en la cabeza.

– Porque el alma él no se comió su alma además me pidió que lo reencarnara en una vida nueva. Haciendo que el de arriba le diera a Sebastian una cosa que los demonios no tienen muy desarrollados.

– ¿El qué?

Pregunte al unisonó con los otros dos shinigamis, haciendo que sonara como un tonto.

– Te ha dado sentimientos, ahora puedes sentir pena, amor, alegría, todos los sentimientos que hay.

Me quede en shock en la butaca, yo sentimientos el prójimo da cosas sin preguntar si, al que se lo da las quiere o no.

– ¿Algo más que Deva saber antes de que me de otro shock?

– No de momento eso es todo y ya que estoy me llevo a estos dos que pensaba que eran
más inteligentes e Wiliam y Grell.

Ninguno contesto solo se limitaron a ir detrás de Undertaker.

– Mayordomo kun nos volveremos a ver dentro de poco.

Cuando se fueron sentí una gran paz y mire a Ciel que estaba jugando con los botones de mi chaqueta, en ese momento entro Marianee acompañada de Esme, entre las dos sirvieron los alimentos y les pregunte con algo de frialdad.

– ¿Ya a veis terminas?

– ¡No!! Bochan queda la lavandería y hacer el almuerzo.

– Hagan la lavandería y déjenme a mí el almuerzo.

No es que desconfié de ellos es solo que me gusta lo que preparo yo.

– Ya os podéis marchar.

Cuando puse a Ciel un poco mas sentado entre mis brazos y le di una cucharada de papilla diciéndole que hiciera haaa para que le pudiera dar de comer, cuando la cerro la boca me escupió toso lo que le había en la cuchara.

Mire el puré y lo probé y entendí a Ciel cuando probé, que asco avían mesclado manzana con plátano mala combinación de frutas, mire lo que me avían hecho de desayuno y lo probé para haber si yo podría comer algo para ir a la cocina y prepararle algo a Ciel.

Cuando lo probé me morí de asco, cogí a Ciel y la bandeja con la otra mano y me metí en la cocina para hacer el desayuno de ambos y también el de la servidumbre sino creo que morirían antes de que pasaran dos días.

Para desayunar prepare Té Negro, el favorito de Ciel y bollos de mermelada con trozos de chocolate, para Ciel le prepare su biberón de leche caliente con unas gotas de miel para endulzar a leche y cuando nosotros terminamos de desayunar llame a los sirvientes para que ellos desayunaran.

– O sebastian san no se que quita la costumbre de preparar comida para nosotros también.

Dijo un alegre finí acompañado de un tanaca, con una taza de té y un bollo, los otros se quedaron mirándome extrañados menos Marianee.

– Finí me alegro que te acuerdes que aquellos tiempos pero esta será la última vez que preparare algo para ustedes así que aprendan rápido.

Marianee me miro con una cara que me deseaba la muerte al instante pero yo ni me inmute solo le sonreí y Salí de la cocina para dirigirme al patio de atrás donde avía construido un sillón que se balance con una sombrilla encima (No me acuerdo como se llama si lo saben díganme por favor), me senté en ella y coloque a Ciel en mi hombro mientras le daba golpecitos suaves en la espalda.

Cuando escuche que este eructo lo volví a colocar entre mis brazos, así ninguno estaba lejos ni el de mi ni yo de él. ¿El tiene algo que me hace que no pueda separarme durante mucho tiempo del? ¿Pero qué es?

En ese momento paso una gata negra cerca de donde estaba y la llame pero esta no me hizo caso, me levante con Ciel dormido entre mis brazos y me acerque a la gata y comencé a jugar con ella, y en ese momento Ciel despertó y quiso acariciar a la gata que estaba a unos centímetros, pero esta se encrespó y quiso arañar a Ciel pero yo la mire con mis ojos de demonio haciendo que esta sea sumisa.

Deje a Ciel sentado en el suelo mientras que la ganta se mantenía quieta delante de él, mirándolo esta se acerco por a poco para ver que hacía, Ciel estiro la mano hacia la gata y esta acerco su cabeza para que la acariciara.

Si no fuera por los poderes demoniacos que tengo la gata ya lo hubiera arañado, pero eso no lo podía permitir, cuando Ciel dejo de acariciar a la gata lo cogí en brazos y me lo lleve a la biblioteca, para leerle un cuento.

Pero a las diez líneas se quedo dormido, lo lleve a nuestra habitación y lo acosté mientras que yo iba a por Marianee. La encontré en el comedor limpiando un jarrón que había en la mesa, me acerque a ella y le dije que se fuera a vigilar a Ciel mientras que yo hacia el almuerzo para mí y limpiaba el desorden de la sala de arriba.


Capítulo 4
Ese Mayordomo. Explicando.

Esa mañana todo estaba muy tranquilo, Ciel dormía en la cama, mientras que Sebastian se levantaba para ir a preparar leche caliente, y algunas tostadas.
En ese momento se topa con finí que había hecho unas tostadas con mantequilla y mermelada de frambuesa.

– Finí ¿aprendiste a cocinar?

– HAAA!!! Señor Sebastián. Yo tuve que aprender, allí en la academia nadie prepara la comida de nadie te la tienes que hacer tu mismo.

– Ya veo ¿ha tenido que ser difícil aprender tanto en tan corto tiempo no?

– Un poco difícil si que ha sido ¿pero dígame que ha pasado desde que me fui? y ¿por qué usted tiene un hijo que se llama igual que el antiguo amo Ciel? ¡¡¡¡¡¡¡¡ Espera no me diga que ese es el amo!!!!!!!!! ¬¬

– Veo que ya te das cuenta por tu propia cuenta. Si el pequeño es el antiguo Ciel, solo que esta vez sí que podremos verlo sonreír.

– Sabe usted, que el amo sufrió mucho, además el que me haya dado cuenta ahora no ha sido simple casualidad.

– Hoo!!! Ya veo.

Esboce una amplia sonrisa y deje que algo de mi esencia demoníaca saliera, y mire a finí a la cara, que no cambio seguía con el mismo semblante.

– Finí ¿tú y igual que yo quieres ver como Ciel crece feliz y que por eso no pude devorar su alma entera?

– Señor Sebastian ¿usted siente algo por Ciel?
Me quede mirando pasmado a finí ¿Yo si siento algo por Ciel pero no sé lo que es? Por eso no quiero los sentimientos, maldito prójimo. (Evadió la pregunta por conveniencia)

– Finí que tienes preparado, de desayuno y te ayudo a terminarlo.

–Tengo algunas tostadas con mantequilla y mermelada, con leche caliente y algo de cacao con azúcar. (En ese tiempo no creo que hubiese cola cado)

– Mesclar la leche caliente con cuatro cucharadas de polvo de cacao y dos cucharadas de azúcar, yo terminare las tostadas y el café.

Sebastián coloco una cierta cantidad de café en una olla y le echo agua para cocerlo a fuego lento y hacer que el sabor se impregnara en el agua (Un amigo colombiano prepara el café así y dice que sabe mejor xdd)

--------------------------------------En otra parte de la casa-----------------------------------------

CUENTA NAO:

En uno de las habitaciones estaban los dos nuevos sirvientes hablando, de algo que el castaño no quería pero el pelo negro con los ojos azules lo estaba engatusando para que cayera en sus juegos.

- ¡¡¡Nao no agás eso!!!

Me encontraba lamiendo y chupando los pezones de Esme, quien decía que no pero su cuerpo dice otra cosa.

- Esme mírate ya estas excitado con solo chupar y morder tus pezones.

- haaa!! Pervertido….

Calle a Esme dándole un ligero mordisco en su cuello, mientras mi mano rozaba por encima de la tela, haciendo que el gimiera de placer y agarrara mis cabellos entre sus manos. Se sentía tan bien el tener sus fríos dedos entre sus dedos.

Poco a poco fui quitando su camisa mientras lamia y besaba su pecho haciendo que su respiración fuera un poco más entrecortada y soltara suspiros, fui bajando por su pecho hasta llegar a su ombligo y comencé a chuparlo y la merlo, mientras que mi mano mas ajeaba su duro miembro por encima de la tela.

Abrí el lazo de su pantalón con mis dientes y baje sus pantalones lentamente mientras lamia por encima del a tela de sus bóxer, haciendo que su erección se pusiera más dura de lo que estaba, me reí ligeramente encima de su erección mientras me deshacía de sus prendas.

Con una de mis manos cogí su erección, y apreté la cabeza ligeramente y la lamia, eso hizo que Esme se estremeciera, con la hora manos fui mas ajeando sus testículos haciendo que se arqueara ligeramente.

Deje de masajear su miembro y lo fui introduciendo lentamente en mi boca, haciendo que soltara gemidos fuertes, comencé con un van y ven ligero, mientras que una de mis manos la puse delante de él para que lamiera uno de mis dedos.

Los introdujo uno por uno haciendo que cada digito se quedara bien ensalivado, cuando sentí mis dedos ya muy húmedos dirigí mi mano hacia la virgen entrada de Esme, que al sentir el placer que le proporcionaba en su miembro, no se dio ni cuenta que le había introducido el primer digito, comencé a moverlo en círculos y a hacer leves envestidas, y así con los otros dos hasta que note como la cavidad absorbía mis dedos.

Retire mis dedos haciendo que Esme soltara un gemido de desagrado, quite mis bóxers y agarre mi miembro para colocar la punta en la entrada del oji verde.

- haaa!!!

Me introduje en el de una sola estocada, haciendo que hiciera un grito ahogado, me quede unos momentos quieto, esperando a que Esme me diera el consentimiento para que pudiera moverme.

Esme comenzó a mover sus caderas, y yo comencé con las envestidas lentas y placenteras pero poco a poco comencé a elevar el ritmo, las envestidas se volvieron rápidas y deliciosas, faltaba poco para que los dos llegáramos al clímax, con una de mis manos cogí el miembro del oji verde y comencé a masturbar lo al mismo ritmo, haciendo que en pocos momentos él se viniera en mi mano y su interior apretara deliciosa mente mi miembro, y en unas pocas envestidas me vine en su interior.

Di las ultimas envestidas mientras terminaba de venirme en su interior y Salí de su interior, acostándome en su lado, cuando mire a Esme ya estaba dormido apoyado en mi lado, me acerque más a él y me deje llevar por el sueño.

Los dos que estaban durmiendo no eran los únicos que estaban viviendo esa escena, Sebastian estaba mirando todo desde las sombras, y se marcho de aquel lugar para después pedirle explicaciones, mientras que el se marcho a su cuarto a dormir con su adorado niño.

--------------------------------------A la mañana siguiente-------------------------------------------

Me desperté con Ciel entre mis brazos, su expresión relajada, me encanta, me levante de la cama y llame a Ciel para llevármelo en brazos hasta la cocina.

Lo senté en la mesa que había mientras le preparaba leche con cacao y azúcar, e bollos de crema con canela.

- papa ¿qué hora es?

- Son las 8: 30.

- ¿Porque me levantas tan temprano?

Le serví el desayuno y me senté a su lado con mi café y mi tostada de mantequilla con mermelada.

- Hoy avía pensado en llevarte a un sitio.

- ¿Adonde me vas a llevar?

- Hoy vamos a ir de compras y luego de picnic a un lago que hay aquí cerca.

- Mmm… ¿qué vamos a comprar?

-Pues algunos trajes que te faltan y uno de baño, para enseñarte a nadar.

- ¬¬ Papa no quiero aprender a nadar ahora.

-No ahora!! Cuando lleguemos al lago.

- pero…

Sebastián se quedo mirando a Ciel y se levanto para levantar lo y abrazarlo para susurrarle.

- Si tienes miedo, no te preocupes yo estaré ahí en todo momento para sujetarte y no dejare que te pase nada.

- quien ha dicho que yo tenga miedo, ya soy mayor como para tenerle miedo a un poco de agua.


Capítulo 5:


Ese Mayordomo. Cuidando.



Estaba en la tienda de Joel, el mejor confeccionador de trajes que hay en Inglaterra, mire algunos trajes que tenia, y me quede con uno azul de buena calidad, un camisón para dormir, no creo que Ciel quiera dormir todavía con mi ropa camisa.

- ¡¡Papa!! Ya te decidiste ¿qué traje de baño quieres comprarme?

Mire a Ciel que tenia puesto un pantaloncillo corto de baño de color negro, al lado tenia uno marrón y otro de color verde.

- si no quedamos con el traje azul, el camisón y el traje de baño.

Ciel se vistió con lo que traje puesto que se lo hizo Sebastián, el oji azul después de vestirse se arrimo a Sebastian y le susurro en el oído.

- Papa no me hace falta un camisón.

Me lo quede mirando y el sonreía, de todas formas le compre el camisón, si el humor del antiguo amo vuelve de seguro que se enfadara por tener que dormir con una camisa de su mayordomo. (NT: Sebastián le hace la ropa interior a Ciel, la que hace el mayordomo es más moderna, al menos para aquel tiempo).

Pague las prendas y encargue que hicieran un traje de celebración, dentro de poco Ciel cumplirá seis años y quiero celebrarlo bien, invitare a algunos niños de la alta sociedad, para que determine las piezas de ajedrez de esta nueva vida.
De camino a la mansión, Ciel me pregunto que porque le compraba ropa si la podía hacer

yo mismo, le respondí que no tenía tiempo para hacer trajes, además de que dentro de poco será su cumpleaños. Al llegar a la mansión todo estaba bien por fuera, cuando entre y Ciel se engancho a mi pierna por la escena que había visto.

Lady Elizabeth había decorado la casa de unos colores que relucían demasiado incluso para Ciel.

El pequeño se mantuvo escondido entre las piernas de Sebastián, el cual lo dejo hacer, pensó que era muy tierna esa acción viniendo del peli azul. Sebastián pensó que si él fuera pequeño igual que Ciel también hubiera hecho lo mismo. En ese momento aparecieron los sirvientes que venían disfrazados.

El pequeño se agarro fuerte mente la cabeza, y pego un chillido, aquella escena se le había repetido, cuando paro vio a lizzy, la cual se tiro a coger al pequeño.

- Lady Elizabeth ¿Qué hace en mi mansión?

- Sebastián nos conocemos desde siempre dime lizzy, y vine a ver al pequeño Ciel que se parece a mi primo.

- Me parece bien que vengas a verlo pero al menos avisa, hoy teníamos planes y ahora serán cancelados.

Sebastián estaba un poco enfadado, pero nadie se dio cuenta o eso es lo que se pensaba él, Ciel miraba a su padre y luego a lizzy la cual achucho mas al pequeño y se lo llevo al salón a jugar, y a lo lejos el pequeño vio la cara ensombrecida de su padre la cual le asusto y se escondió en el cuello de lizzy para no ver esa cara que asustaría asta al mismo diablo.

Ya cuando los sirvientes se quedaron solos con Sebastian, el cual estaba más enfadado por la ultima acción de Ciel, los sirvientes se apartaron y le dijeron la razón del por qué.

- Amo el amo Ciel, se ha escondido porque su cara da miedo, parece que ibas a matar a alguien con esa mirada.

Relajee mi semblante y mire a los sirvientes le dije que cuidaran bien de la casa, que ir a mi otro trabajo. (NT: es una tapadera para decir que va a comer xdd).

----------------------------------------En Londres------------------------------------------------------

Camine por las calles de Londres las cuales estaban abarrotadas de gente con mal sabor, a lo lejos pude divisar a unos niños con el alma blanca pero sin contaminación ninguna, los deje pasar tan puros tan jóvenes no merecen morir.

Mire a unos hombres que se acercaban a los chiquillos, y por el olor de su alma pude determinar que iban a matar a los niños, me tape la cara con el sombrero de copa para que solo se me vieran los labios y fui a devorar sabores amargos por así decirlo.

Me subí al tejado y mire que los hombres ya habían acorralado a los chiquillos en una zona deshabitada o casi, vi como uno de ellos, cogía al más grande un chico de pelo negro con ojos verdes brillantes, tendría alrededor de unos quince o dieciséis años, pero era muy delgado y parecía que llevaba unos días sin comer. El joven le chillo a la cara al hombre que lo estaba sosteniendo del brazo.

- ¡¡Suéltame!! Hijo de la gran puta.

- ¡¡¡Ho!!! Valla así que el niñito tiene carácter, mejor así te podre violar con más gusto.

Los pequeños que estaban en el rincón se abrazaban, haciendo una piña mientras lloraban, otro de los hombres cogió a uno un poco más pequeño que el azabache y le pregunto que donde estaba un hombre de gabardina negra y un sombrero de copa.

Me lance en donde estaban los hombres y los mate sin que soltaran ni una pizca de sangre para no asustar a los pequeños, atonte al azabache y pregunte que si tenía hermanos, le contestaron que si y señalaron a un pequeño de unos siete años que estaba llorando a mares.

- ¿Chicos estos dos tienen padres?

-T___T no tienen eso hombres los mataron el otro día.

-Ya se pueden ir yo me encargo de ellos.

Los niños salieron corriendo, y deje inconsciente al hermano de este, y los apoye en la pared mientras me comía y reventaba después los cuerpos de los hombres, cogí al primero que había matado y lo desmembré dejándolo sin brazos y sin piernas y a los otros les corte la cabeza. Metí los cuerpos en una bolsa y cogí a los chiquillos en el otro brazo y me dirigí a cierto local.

Llegue en un abrir y cerrar de ojos, cuando entre en el local, deje a los pequeños encima de un ataúd, apoyados en la pared, Mientras que dejaba la bolsa en alguna parte del local.

- Mayordomo kun ¿qué piensas hacer con esos niños?

- No lo sé, los rescate y me los lleve, hay en la bolsa tienes a los que atacaron a los niños.

Undertaker se rio tan fuerte que tiro el cartel y rompió el tarro que traía entre sus manos, se acerco a Sebastian y le susurro.

-Jijiijiii, Mayordomo kun ¿eres una ONG para cuidar niños sin padres?

- Maldito shinigami no te rías, creo que tengo un problema, no puedo dejar de cuidar a crías de mortales.

- Eso de vivir tanto tiempo en el mundo humano te ha afectado un poco, pero por otro lado si no coges más chiquillos quiere decir que tienes una habilidad aparte de la que ya tienes.

- Explícate.

-Veras, en los antiguos dichos, dice que cuando un demonio acoge a crías de mortales es porque estas tienen algo en especial, como por ejemplo Ciel, que te has prendado de él ¿o me equivoco?

- ....

- Veras esos dos chiquillos, tienen un alma más pura de la que se puede encontrar en la tierra, y no están corrompidas, por eso quieres cuidarlas pero no comértelas, en resume que tu lado paternal a salido al cuidar a Ciel.

Para rematar, afuera se podía escuchar a Grill chillando como un descosió, la respuesta que me dio undertaker no me gusta, además desde cuando los demonios cuidan crías humanas.

Salí del local con los dos chiquillos y Grill se había tirado a lanzarse sobre mí, pero una patada en la cabeza lo hizo bolar para el otro lado, mientras sangraba y decía mi nombre repulsiva mente.

Me dirigí a la casa de confecciones y le dije al dependiente que preparara ropa para los dos muchachos y algo más de ropa para Ciel, en total me lleve media tienda de prendas, cuando Salí me acorde de que no me había traído un carruaje así que use uno de mis trucos para hacer dormir a los chiquillos y llevarlos en volandas hasta la mansión.

- ¡¡¡¡Papaaaa!!!! Ayúdame está loca me quiere poner más trajes.

Deje lo que llevaba a finí y a Marianne que se encargaran de los chiquillos y que colocaran las ropas en sus habitaciones, la ce Ciel que la dejaran encima de mi cama la colocaría yo.

Se podría decir que no quiero que nadie aparte de mi toque a Ciel aun que a veces tenga que hacer alguna excepción. Me acerque a Ciel y lo cogí en brazos, cuando lo mire no me pude aguantar la risa, por el atuendo que llevaba, cie traía puesto un vestido de color rosa crema con unos lazos negros en frente aguantando las volandas, en la cabeza traía una peluca de largas coletas, no pude evitar decirle en el oído.

- Pero si te pes adorable, mi linda princesita.

- HAAAA!!!!!!!!!! ¿PAPA PERO QUE DICES? ESA CHICA ESTA LOCA ME DEJES MAS CON ELLA.

En ese momento Ciel cayó en la cuenta de lo que dijo su padre y se sonrojo de rabia y vergüenza mientras se acurrucaba en el pecho de Sebastián, este abrazo más fuerte a su hijo y se lo llevo a su cuarto para cambiarle de ropa.

-----------------------------------------Ya en la habitación--------------------------------------------

Sebastián le estaba quitando el vestido y se dio cuenta de que su pequeño llevaba ropa interior de chica.

- ¿Ciel? ¿Lizzy te ha cambiado también la ropa interior?

- T___T Si me cambio entero. ¡¡¡Buaa!!! Papa no sabes que tan humillante ha sido el que me vistiera como una chica.

- Ciel para ti abra sido humillante, pero te veías bien vestido de chica, pero creo que lizzy tendría que contenerse más a cambiarte de ropa.

Le termine de colocar los pantaloncillos y seguí con los calcetines y las botas. Lo mire a la cara y le di un abrazo en forma de reconfortarlo y también la nueva noticia, pero que le daría un toque de mentira.

- Ciel hay otro tema que quería hablar contigo.

- ¿De qué se trata?

- Veras han matado los padres de dos chicos nobles y yo me he responsabilizado para ser
su tutor, lo que quiere decir que ellos se quedaran a vivir aquí pero que ellos te tienen que hacer caso y cuidaran de ti cuando yo no este, en me de lizzy para que no pase lo mismo.

Al principio Ciel me miro enfadado pero luego se relajo y dijo.

- Esta bien ¿pero como que te has hecho responsable de esos dos chicos?

-Veras soy amigo de los Monarco, una muy respetada familia, pero la pérdida de sus padres a hecho que el apellido quede en el olvido dejando a los dos muchachos a la suerte de dios. Se podría decir que sentí lastima por ellos.

- Padre as cambiado mucho desde que Heras tan frio, y reservado que solo te preocupas por mí.

Sebastián se dio cuenta que Ciel estaba acordando algunas cosas, de la otra vida y eso no podía ser nada bueno, podría hacer que Ciel entrara en un vacio, del que sería muy difícil salir.

- Ciel yo no he sido frió, te lo abras imaginado, además yo me preocupo por las personas de mi alrededor.

Me cago en el prójimo si no me hubiese dado sentimientos no me preocuparía de nadie aparte de Ciel, ahora también me tengo que ocupar de dos niños más uno de siete y el otro de quince. Me tengo que conformar con esto si quiero estar toda mi eternidad con este pequeño.

Salimos de la habitación y fui a ver a los hermanos, primero entre en el cuarto del menor de ellos, que tenia la ropa sucia y el también estaba sucio, así que lo bañe lo seque y le puse un traje marrón con algunos detalles en marrón más oscuro.

Su pelo era como el hermano con la única diferencia los ojos que eran de un marrón claro. Cuando ya termine de vestirlo y eso, lo volví a sentar en la cama y le pregunte su nombre.

- ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Noa y ¿donde está Nao?

- ¿Nao?

- Es mi hermano, ¿dónde está?

En ese momento llego Nao que llevaba un traje negro con toques grises, y unos zapatos negros.

- Estoy aquí Noa. Perdone mi pregunta pero ¿cómo se llama usted?

-Yo me llamo Sebastián.

El Nao se cayó sentado en el suelo, y el pequeño se quedo estático al escuchar mi nombre.

- ¿Por qué un conde de tan alto rango acogería en su casa a dos sin techo y sin padres como nosotros?

- Porque necesito de vuestra ayuda si prometéis no robar nada y cuidar la cosa más preciosa que tengo, a cambio os dejare vivir aquí con lujos.

Sin darme cuenta puse mis ojos en purpura y deje un poco de esencia demoniaca, haciendo que los dos pequeños asintieran con la cabeza sin rechistar.

-Ciel entra te presentare a tus hermanos por así decirlo de alguna forma.

Ciel entro con la cabeza en alto y miro a Noa y a Nao, y luego a su padre, quien se levanto
del sitio y lo cogió en brazos para tenerlo más cerca.

- Papa ya no hace falta que me cojas en brazos me da vergüenza.

- pero a mí me gusta cogerte en brazos.

- …

- Noa, Nao este hico es la cosa más preciada, así que cuando no esté cuídenlo bien, ahora vayamos a comer algo.

Sebastián en algún tiempo que tuvo construyo una cocina especialmente para él y Ciel, pero tuvo que colocar dos sillas más.

- Ciel ¿qué te apetece comer hoy?

- Estofado de carne con patatas.

- y ¿vosotros que queréis para comer?

- Nosotros lo mismo, no tenemos preferencia en la comida.

Saque los utensilios y comencé a picar la cebolla, y el tomate, después la carne y pele las patatas. Lo metí en la olla exprés con un poco de agua y harina. (NT: se me hace la boca agua haha es mi plato favorito, cierto este plato se hace mejor pero los ingredientes que lleva para darle sabor no me los sé.)

Sebastián sirvió los platos cuando la comida estuvo lista, y los dos nuevos integrantes comían con gula. Esto no paso desapercibido por Ciel, ni tampoco que los niños avían cogido el pan con las manos.

- ¿A ustedes no les enseñaron modales en la mesa?

- Padre siempre nos dijo que cuando uno está en casa los modales no son tan importantes.

Ahí interrumpí, la conversación que mantenían los pequeños.

- Los modales siempre son importantes, menos en algunas excepciones.

Después de eso, llame a Ciel para que viniera a mi estudio.

-¿Que sucede papa?

- Ciel dentro de poco será tu cumpleaños, pero yo te doy mi regalo ahora extiende tu mano derecha.

Cuando la extendió, puse mi mano encima y le puse la marca de mi sello la cual también salió en mi mano derecha.

- ¿papa para que es este sello?

- Cuando estés en problemas di mi nombre e iré en seguida a rescatarte.

- Sebastián.

- Yes mi lord.

- Papa que acabas de decir.

Ciel tenía su mano encima de su ojo, el cual avía sido antes el del contrato, parecía que le dolía un poco así, que fingí haber dicho otra cosa.

- No he dicho nada.

Cogí a Ciel en brazos y lo senté en mis piernas mientras le quitaba la mano, de su ojo, cuando lo mire vi que la marca en la mano le desapareció y en ese momento apareció su marca en el ojo.

- Haaaaa!!!

Ciel se desmayo, así que le pedí a finí que trajera a rastras a undertaker, mientras que Marianne se ocupaba de limpiar la casa y los otros dos se ocupaban de ayudar a Marianne. Los dos niños estaban fuera de la habitación mía y de Ciel para saber que le avía pasado.

Cuando vino undertaker le pregunte que porque le había salido el contrato si le había comido la parte corrupta.

- Puede que el pequeño recupere su memoria.

- ¿Eso es posible?

- Cien por cien seguro no lo estoy pero si recuperara su memoria puede que tu vuelvas a ser su mayordomo o puede el que el siga creyendo que eres su padre, en el peor de los casos es que recuerde que tu lo molestabas con bromas y ni siquiera quiera acercarse a ti.
Me quede en silencio y espere a que undertaker siguiera hablando.

- Pero si de verdad no le quieres hacer daño, tendrás que contarle la verdad y decirle que el contrato ya termino y decirle lo que sientes por él.

Le di las gracias y lo despedí para que se marchara, cuando regrese al cuarto, Ciel ya estaba despierto, y el contrato que le había puesto en la mano sigue en la mano.

- ¿Sebastián tú no eres mi padre? Tú eras mi mayordomo demonio y tenías que haberte comido mi alma.

- Y así lo hice bochan, pero yo no quería estar sin usted así que cuando finalice el contrato y me comí su parte oscura, le pedí a undertaker, que lo reencarnara.

- ya veo, entonces ahora ya no eres mío sino que actúas bajo tus propios actos, y por cierto ¿porque me dejaste con lizzy?

- Tenía que hacer unos recados además de que ahora tienes a dos chicos que podrán cuidar de usted cuando yo tenga que salir.

- Dentro de poco será mi cumpleaños en esta nueva vida así que la anterior no tendría ¿qué afectarme no?

Este niño cada día me sorprende mas, sus recuerdos han vuelto pero su alma sigue igual de blanca y pura, y aun que recuerda lo que paso no piensa meterlo con esta vida.

- Y dejare de llamarte papa, y te llamare por tu nombre además el contrato lo has hecho tu así que déjame verlo.

-No se preocupe este contrato solo es para cuidar de usted además no me comeré su alma y tampoco soy tu sirviente.

- Entonces ¿? ¿Si no me vas a comer ni eres mi sirviente, te tendré que seguir tratando como a un padre?

- Solo de momento, luego ya no hará falta.


Capítulo 6

Ese mayordomo. Demonio.

Me encontraba en mi cuarto durmiendo al lado de Sebastian, que sin tener contrato ni nada me cuida y me protege, eso es muy raro, pero por otra parte el me ha cuidado desde que volví a la vida y recuerdo todo hasta ahora, recuerdo que el bote de agua demoniaca lo puso en…

Cuando fui al sitio donde estaba y lo cogí, Sebastian me lo arrebato de las manos, y tenía un semblante que daba miedo.

- ¿Qué crees que haces cogiendo esto?

Me pregunto con el aura demoniaca envolviéndolo, y haciéndolo más terrorífico de lo que ya era.

- mi cuerpo es pequeño y tengo seis años si tomo este frasco creceré, y tendré más edad.

- y ¿has pensado en las consecuencias que podría tener?

-¡No!

- Pues si te tomas toda la botella serás más viejo que yo y eso no se lo aconsejo.

Mire a Ciel que se quedo blanco al imaginarse más viejo que yo, ya que tengo más de mil años, lo cogí en brazos y lo senté en la cama mientras cogía uno de sus trajes nuevos.

- ¿Sebastián?

- ¿Ciel qué pasa?

- ¿Por qué me cuidas sin tener un contrato?

Me dirigí a donde estaba el peli azul y le fui quitando el pijama, mientras yo pensaba en el porqué, hasta que dije la verdad.

-No lo sé, supongo que es culpa del prójimo sino no hubiera traído a dos muchachos que iban a matar y que no tienen padres.

- ¿eso quiere decir que antes no tenias?

- Si tenía pero los podía controlar ahora no puedo controlarlos tanto. Pero igualmente puedo ser frio y terrorífico.

- ¿Hoy podemos ir al parque?

- ¿al parque para qué?

- ¿Por qué soy un niño y quiero jugar?

- Jajajjajajjajajja usted acaba de admitir que sigue siendo un niño te ves adorable todo sonrojado.

- ¡¡¡cállate!!! Yo cuando era pequeño no pude ir al parque.

- Esta bien y luego te preparare un platillo de postres.

Mire a Ciel que estaba enfrente de mí y pude ver que se le caía la baba por la comisura de los labios, me agache y lo cogí en brazos, mientras el seguía en su burbuja pensando en los dulces, en el comedor ya estaba el desayuno de los dos en la mesa, así que nos sentemos y nos pusimos a hablar de que mañana tendría que enseñarle lo de hoy y lo de mañana así que estaríamos ocupados, y que también tendría que enseñarle a nadar ya que cuando tenía que suceder apareció la niña rubia acosando a mi niño.


---------------------------------------------Estando ya en el parque---------------------

Ciel se estaba columpiando mientras que Sebastian le enseñaba para que se columpiara solo y el no tuviera que empujarlo.

- Papa vamos a casa quiero mis dulces ^^

- sigues siendo el mismo de siempre, el niño amante de los dulces.

Ciel no dijo nada solo cogió mi mano y tiro de mi para irnos en el coche para ir a casa.

Estaba deseando llegar a casa para devorar los dulces de Sebastian, hacía tiempo que no me los hacia así que me dio igual cogerlo y arrastrarlo, solo quería comerlos. Cuando lleguemos a la mansión todos estaban alterados y vestidos de colores llamativos.

- ¡¡¡¡Sebas chan!!!!

De repente apareció Grill tirándose a mis brazos, yo simplemente me aparte, detrás de este apareció Elizabeth.

- ¿Ustedes dos que hacen aquí?

- Auch!! ¿Porque te apartaste sebas chan? lo hiciste apropósito para que me estampara contra el suelo y me callera el estante encima.

- Yo chibi a ver al chibi Ciel.

Esta se acerco a Ciel y lo abrazo tan fuerte que Sebastián, pudo ver como su niño cambiaba de barios colores hasta a un azul intenso.
- señorita Elizabeth suelte a Ciel, que lo está estrangulando.

- ¡¡¡¡¡¡No quiero!!!! Ciel es mío.

El pobre niño suspiraba en los brazos de Elisabeth, mientras que Sebastian pegaba a Grill e intentaba que Elizabeth soltara a Ciel, el cual miraba a Sebastian por las reacciones de cielos que parecía tener.

- ¿Lizzy vamos a jugar?

-Kyaaaaaaaaaa!!!!!! Ciel me llamaste Lizzy.

Sebastián se deshizo de Grill, mientras veía como su niño se iba con Lizzy y eso lo ponía muy enojado, Grill que estaba al lado suyo se asusto y dijo tartamudeando.

- Sebas chan yo me voy ya que Will me estará esperando, chao sebas chan.

Grill le envió un beso con la mano a Sebastian, y este no pudo evitar estremecerse del asco que le dio. Después de eso se fue a ver que estaban haciendo los niños, y miro que Lizzy estaba jugando con Marianne.
Si la señorita estaba jugando con Marianne ¿entonces donde estará Ciel?

Salí disparado a buscarlo por toda la mansión, en los cuartos vacio, en la cocina, en el sótano, en la cocina, en el patio con Pluto (aunque dudaba de que estuviese fuera), en la biblioteca, el último sitio que me deje sin mirar fue en el cuarto y fui por si estaba ahí y bingo estaba tumbado durmiendo tranquilamente en la cama, tapado con una mantita de terciopelo que le hice a mano el otro día.

Me acerque a donde estaba el y me senté en la cama para acariciar su cabello con mi mano ,esto hizo que se moviera y se quedara mirando en la dirección en la que yo estaba, y pude ver el dulce rostro de Ciel mientras duerme, lo veo todos los días pero no me cansare de verlo.

Me levante y me dirigí al baño a preparar la bañera, eche sales perfumadas con olor a rosas y un poco de una sustancia que deja la piel suave, me dirigí al cuarto y desperté tiernamente a Ciel.

- Ciel despierta, ya está tu baño preparado.

-Mmm… Sebastián ¿qué hora es?

Decía un el peli azul tallándose los ojos con las manos mientras bostezaba.

-Son las siete y media, dentro de media hora tenemos que partir a un pueblo llamado Naomori.

- ¿Para qué?

-Tengo pensado contactos que dicen que allí pasan cosas extrañas.

- ya veo.

Ciel intenta pararse de la cama, pero como sigue dormido se tropieza con la cama y casi cae.

- Ten cuidado, podrías lastimarte.

-¡Ya lo sé!!!

Cogí a Ciel en brazos y lo lleve al cuarto de baño, ya estando dentro, comencé a quitarle las prendas de ropa, pude notar que Ciel tenía un pequeño sonrojo, pero no le di importancia, le termine de quitar el parche, y lo metí al agua despacio.

- Sebastián.

- ¿Si?

- Báñate conmigo.

- ¿Eso es debilidad Bochan, mejor dicho Ciel?

-¡Cállate!!! Quítate la ropa y métete en la bañera. Es una ¡¡¡ORDEN¡¡¡

- Le recuerdo que usted ya no me puede dar órdenes.

Ciel puso cara de O.O que no se acordaba y luego me miro para decir en un tono de molestia.

- Task… Olvídalo.

Pude ver que Ciel estaba muy rojo, y cada vez iba escondiendo más la cabeza en el agua, comencé a quitarme el suéter y los pantalones acompañados de mi ropa interior.

- ¿Que……… haces ¡desnudo!?

- Yo que sepa nunca me he bañado con ropa.

Cuando ya estaba dentro de la tina, comencé a mojar el cabello de Ciel, mientras que le iba proporcionando caricias, Pude ver que poco a poco su entrepierna se fue levantado y el seguía con los ojos cerrados apoyado en mi
pecho sin querer saber lo que pasaba en su parte intima.

Para que despertara, deslice mi mano desde la parte de atrás rozando el muslo, y luego la puse delicadamente la mano en el mediano tamaño de su miembro el cual atrape en mi mano, haciendo que Ciel pegara un salto por la impresión.

- HAAAA!!!!! ¿Sebastián que haces?

- Bajar su erección, se puso duro mientras le hacia un masaje y le lavaba el pelo. ¿En que estabas pensando para que se te pusiera así?

(NT: ok no lo puesto pero Ciel crece más deprisa que ahora tiene 15 años u. u En verdad el tiempo pasa si aunque no se lo crean).

- Yo el otro día en la habitación de alado, Esme y Nao estaban haciendo ruido, así que me acerque al cuarto para saber que estaba haciendo, y pos estaban desnudos y demás…

- ¿Y tú también quieres hacer eso?

- No quiero, pero parecía que se sentía muy bien.

- Si no mal recuerdo usted en la otra vida lo probo, pero como le dije que se olvidara de todo aquello, ¿me permitiría hacerlo mío por esta noche?

- Yo……..yo no s…….

Me puse de pie, y me envolví con mi albornoz mientras que a él lo envolví en una toalla, a peras de haber pasado quince años yo siempre le ayudo a vestirse y demás, acude el ya sabe hacerlo, pero el saber y el querer son dos cosas diferentes.

Mientras Ciel estaba en el baño haciendo no se qué cosa, yo coloque una cama de matrimonio, regule la luz hasta un tono agradable para lo que íbamos hacer esa noche.

- ¿Sebastián tu que sientes por mi?

Esa pregunta me saco de las cosas que estaba haciendo, casi se me cae lo que llevaba en las manos.

- Yo lo amo, por eso no pude devorar su alma porque me enamore de usted.

Yo sabía que los de alto mando, vendrían por mi por haberme enamorado de un ser humano, yo rompí todas las reglas del infierno y del cielo para estar con esta persona, y así mi vida se va por haber caído en una de las creaciones del prójimo, el ser tan bello, también es un pecado.

Me fui al armario y saque la mejor ropa que tenia para los dos y primero me vestí yo y después a Ciel.

- ¿Sebastián que pasa?

- Nos vamos a un juicio demoniaco en el cual usted tendrá que llevar este sello, que le pondré ahora para bloquear que cualquier demonio, excepto yo pueda acercarse a usted en un radio de tres pies, si lo hacen les dará una descarga que los dejara fritos.

- ¿Juicio demoniaco? Soy el demonio más fuerte del inframundo después de mi padre Lucifer.

- Espera un momento!!!!! Me estás diciendo que tu eres el príncipe del inframundo el nombre más temible después de Lucifer ¡¡¡¡Lucius primero¡¡¡¡

- O.O Valla pensé que usted no conocía mi verdadero nombre.

- Si también tú verdadera forma, y eres temido por todos los demonios y que solo te atacan los que se creen gallitos.

- Como siga diciendo esas cosas me sonrojare.

- Sebastián ¿por qué no me lo dijiste antes?

- No le di importancia, además su reacción sí que es preocupante, esta más blanco que la cal.

- No tendrías que ser servido en me dé que tú me sirvas a mi ¬¬

- Tápese los ojos.

-No quiero.

-Pues te los tapo yo.

Sebastián me cogió por detrás y me tapo los ojos, para después sentir un olor a dulces combinados y a olores de plantas. Cuando me destapo los ojos vi un hermoso campo verde con flores de diferente color.

- ¿Sebastián donde estamos?

- En el infierno.

- Pro yo creía que el suelo era de tierra roja y muerta y un cielo nublado y purpura.

- Eso es lo que hacen creer a la gente pero el infierno es mejor que el cielo, ya que aquí las almas devoradas pueden vivir aquí después de que el demonio la haiga digerido, y puede hacer lo que él quiera, sin preocuparse de robos y demás, las almas que son negras las mandamos al cielo, que es donde deben de estar.

- Me estás diciendo que los buenos soy vosotros y los que viven arriba son los que hacen el mal.

- Si se podría decir así, ahora venga lo llevare a conocer a mi padre y a convencerlo de que no te mande de regreso al cielo.

Gire a mis espaldas para divisar el gran castillo rodeado de casas, cogí la muñeca de Ciel y lo transporte hasta la entrada de palacio, en la entrada estaban mis dos mejores aliados, los podría llamar amigos. El muchacho igual de alto que yo es Lucas y el otro más bajito y regordete Paco.

- Lucius cuanto tiempo sin vernos haber si vienes mas por aquí, en me de quedarte más de mil años en el mundo humano.

- Si ya lo sé Lucas, pero tenía que hacer cosas, en mi estancia aquí, puede que nos vallamos de fiesta igual que en los viejos tiempos.

- Lucius a pasado tiempo desde la última vez que nos vimos fue cuando nos estábamos graduando de la escuela de gladiadores.

Cogí la manga de Sebastian y tire de ella para que se agachara.

- Sebastián los gladiadores no tienen más de 300 años.

- Si yo aquí tengo 2400 años.

Me puse de pie y entonces vinieron las preguntas de los dos que estaban de pie delante de mí.

- Sebastián sabes que no puedes traer humanos aquí.

- Si lo sé tengo que hacer una conferencia con mi padre y pidió presencia de él.

Los dos se miraron con un semblante serio y dijeron que pasáramos, y uno de ellos hablo dijo algo en latín, pero no lo entendí.


CONTINUARÁ...









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